en todas las religiones, existe la figura del dios supremo, y la contra partida, que representa normalmente lo oscuro, lo oculto, la maldad, e incluso la muerte.
en nuestra religión yoruba, existe una figura que dejó de ser oricha, por su arrogancia, y pasó a comandar a los Ajogún, ó guerreros de la maldad.
te contaremos como sucedió, y como se manifiesta y representa, según las escrituras yorubas, no te lo pierdas.
Ikú, es un término pronunciado con sumo respeto por parte de todos los santeros.
representa la muerte misma, y se aparece de improviso, a reclamar a aquellos que han concluido su tiempo
de vida.
en el imaginario popular africano, se aparece bajo la apariencia del esqueleto de un hombre, o vestido de negro, el cual no duerme, y come humanos.
Cuando busca a alguien, camina fuera de la casa del elegido, en busca de un pequeño orificio o
abertura, por la que pueda penetrar y llevárselo.
En nuestra religión, a la muerte no se le rinde culto directamente, pero sí forma parte indisoluble de los procesos solemnes y rituales, y por ende, Ikú, está presente en los cimientos de la religión afrocubana.
es el símbolo tradicional de la muerte, y los Eggúns, es el nombre que le damos a nuestros antepasados que la muerte se llevó.
su condición de oricha la perdió, por su arrogancia, como hemos dicho anteriormente, y por batirse en duelo, el cual perdió con Orúnmila.
ikú, Viste de negro, ceniza oscuro, o, marrón oscuro.
por ser el derrotado del duelo, debe respetar a los hijos de orula, y solo puede llevárselos, cuando Olófin los marque.
No posee culto particular, sino a través de Eggúns, u Oró, por esa razón No se le inmola, ni se le realizan otro tipo de ofrendas.
Tiene tres hijos pequeños.
el primero es Enfermedad, (Arún), el cual es su hijo amado.
Migraña y Malestar, (Taú), que es el segundo.
y el tercero llamado Fiebre (Avuvo).
y te contaremos el patakí, que define su historia, y que sucedió al respecto.
Cuenta este patakí, que la única deidad que pactó con Ikú, fue Orúnmila, y le mandó a
respetar a sus hijos a través del Collar de Orula, e Ildé.
el gran adivino le dijo.
De hoy en adelante, le pondré una marca con mis colores, verde y amarillo, a todos mis hijos en la mano izquierda; con esta marca tú respetarás sus vidas, hasta que les haya llegado la hora de abandonar la tierra.
y así, todo comenzó de esta manera.
Al comienzo del mundo, no se conocía la Muerte. Un día los jóvenes se quejaron a Olofin, de que había tanta gente, que no alcanzaban los alimentos para todos.
Olofin llamó a Oyá, y le pidió que llevara a Ikú a la Tierra, pero ésta no estuvo de acuerdo, pues no creía justo que los hombres la odiaran, y le pidió que la relevara de semejante misión.
Entonces Olofin, entendiendo que tanto los jóvenes como la Oricha, tenían razón, y le dijo:
Bueno, eso podemos arreglarlo, primero enviaré a Babalú Ayé, para que lleve a Arún, representante de la enfermedad a la Tierra, y cuando los hombres se enfermen, tú les llevarás a Ikú.
y Así fué, como se estableció por fin el equilibrio en la tierra.
y en este segundo patakí, intervienen oggún e ikú.
y te contamos que sucedió.
Cuando Olófin confió su gobierno a Ikú y Oggún, no se conocían las enfermedades ni los sufrimientos.
Un día en que los jóvenes organizaron una fiesta, uno de ellos compró otí, y le brindó a Oggún, que bebió hasta emborracharse.
El dueño de la forja y los metales se acostó a dormir. Al rato, llegó Ikú, que debía consultarle unos problemas urgentes y quiso despertarlo.
Oggún furioso le cortó una mano a su compañero con el machete. La sangre corrió por todas partes. Todo aquel que la pisó se enfermó gravemente.
Fue así que se conoció la enfermedad en la Tierra.
y para finalizar, el ildé, de orula.
En los primeros tiempos de creación, Ikú, se llevaba a todo el que encontraba a su paso, y aún hoy continúa haciéndolo.
En una ocasión, que andaba por el pueblo donde vivía Orunmila, Ikú, se encontró en la calle con el hijo de éste, sin más lo cogió y se lo llevó hasta su guarida.
Orunmila fue a buscar a su hijo, y sostuvo una gran pelea con la muerte, hasta que la venció.
La muerte le dijo que ella vivía de la gente que podía llevarse, ya que ese era el trabajo que Olofin le había confiado.
Además le dijo que no sabia quienes eran sus hijos, por lo que no podía dejarlos de lado.
Orunmila, se dio cuenta de que la muerte tenía razón, y acordó un pacto con ella.
Le dijo, de hoy en adelante le pondré una marca con mis colores, verde y amarillo, a todos mis hijos en la mano izquierda; con esta marca tú respetarás sus vidas hasta que les haya llegado la hora de abandonar la tierra.
Entonces yo personalmente te los entregaré, no antes.
La muerte aceptó el trato, ya que sabía que no podía seguir peleando con Orunmila, y mucho menos ganarle la batalla.
hoy hemos aprendido que significa ikú, en nuestra religión, y lo importante de su trabajo en la tierra.
maferefun todos los orichas.
mucho aché.
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