escudo de la fe y protector contra las sombras,
a Ti acudo en este momento,
para que tu santa cruz me guarde y me libere.
Que tus manos aparten de mi vida
el mal de ojo, la envidia y toda traición;
que tu bendita luz disipe la tiniebla
y que tu medalla sagrada cierre mis caminos
a todo espíritu contrario y energía oscura.
San Benito bendito,
sé mi defensa en el día y en la noche,
sé la llave que abre mis caminos,
sé el muro que me protege del enemigo.
Con tu intercesión, nada malo me tocará,
pues en tu nombre, con fe y devoción,
digo con firmeza:
La Cruz Sagrada sea mi luz,
el demonio no sea mi guía,
retroceda todo mal,
y que reine en mí la paz.
Amén.”
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