El Rayo de las Cinco Llamas.
Cuentan los sabios antiguos que una vez, en la cima de una colina donde los cielos conversan con la tierra, una mujer de rojos mantos apareció en medio de la tormenta. Su espada relucía con fuego divino y su mirada atravesaba las sombras como el trueno parte el firmamento. Era Santa Bárbara Bendita, guerrera de luz, protectora de la justicia y señora del rayo.
Un joven llamado Mateo, perdido en las tinieblas del miedo y la injusticia, subió hasta aquella colina buscando respuestas. Su alma cargaba cadenas invisibles: traiciones, penas del corazón y voces que querían apagar su espíritu. Llevaba consigo cinco velas que le habían sido entregadas por una anciana sabia, cada una con un propósito:
La Vela Roja, era para la valentía y la fuerza.
La Vela Blanca, para la verdad y la protección.
La Vela Azul, para la claridad mental y la justicia.
La Vela Dorada, para la elevación espiritual y la fe.
y La Vela Púrpura, era para la transformación y el renacimiento.
Cuando encendió la primera vela al pie de la estatua de la santa, el viento sopló fuerte, como si la montaña hablara... Al encender la segunda, un trueno partió el cielo... Con la tercera, el corazón de Mateo empezó a latir con fuego nuevo... La cuarta vela elevó una espiral de luz, y la quinta... la quinta hizo que Santa Bárbara descendiera de entre las nubes, envuelta en rayos y gloria.
y Ella le habló:
“Las velas son la extensión de tu alma. Cada llama encendida es una espada que corta lo oscuro. No temas más, porque donde hay luz, no hay prisión.”
con un relámpago en la mano, tocó el pecho de Mateo. Desde ese día, caminó con su verdad por delante, fue conocido como el Justo que portaba las cinco llamas sagradas,
y aprendió este rezo que compartió con todos los fieles a santa bárbara bendita:
las Cinco Llamas de Poder...
¡Oh Santa Bárbara Bendita!
Reina del trueno y escudo de los inocentes,
en tu nombre prendo estas cinco velas sagradas.
Que la roja me dé la fuerza para no caer,
que la blanca me proteja de todo mal,
que la azul me guíe con sabiduría justa,
que la dorada me eleve más allá del miedo,
y que la púrpura transforme mi dolor en renacer.
Eres torre invencible,
eres fuego en la tormenta,
eres la justicia que no duerme,
Santa Bárbara, madre de rayos y bendición,
camina conmigo, defiéndeme y muéstrame la redención.
Amén...
por eso En cada lucha interna que enfrentamos, hay una llama esperando ser encendida. Las velas no son solo cera y fuego: son símbolos vivos del alma. Y Santa Bárbara, con su espada en alto y su corazón ardiente, nos recuerda que ninguna tormenta es eterna cuando llevamos luz por dentro. Que cada acto de fe, por más pequeño que sea, crea un relámpago que rompe la oscuridad.
🕯️y con este Trabajo Espiritual con Las Cinco Llamas de Santa Bárbara, estarás más protegido e inspirado espiritualmente en momentos difíciles:
Objetivo:
Fortalecer tu fe, pedir justicia divina, protección espiritual, claridad mental, renovación interior y transformación de una situación negativa.
Materiales necesarios:
una vela roja.(que representa fuerza y valor).
una vela blanca. (protección y pureza).
una vela azul. (justicia y claridad).
una vela dorada o amarilla. (elevación espiritual y fe)
una vela púrpura o morada. (transformación y renacimiento).
Un vaso con agua.
Una imagen o estampita de Santa Bárbara Bendita.
Un puñado de canela en polvo o en rama.
Una copa con ron, vino tinto o jugo de granada. (esto ultimo es opcional).
Un papel blanco y bolígrafo rojo.
e Incienso de sándalo o mirra. (también es opcional, pero sería ideal utilizarlo).
y pasamos a la Preparación:
primero una Limpieza previa:
Antes de comenzar, limpia tu espacio. Puedes pasar el incienso o agua florida, y si es posible, darte un baño con albahaca, romero y un poco de miel.
después la Colocación del altar:
Coloca la imagen de Santa Bárbara al centro.
Frente a ella, pon el vaso con agua y la copa con el líquido, (que en este caso sería la ofrenda).
Coloca las cinco velas formando un círculo o una estrella, con la imagen en el centro.
y esta debe ser la ubicación desde tu punto de vista:
Roja al sur.
Blanca al norte.
Azul al oeste.
Dorada o amarilla al este.
Púrpura justo al frente, hacia ti.
y pasamos a encenderlas comenzando por la roja, y en sentido de las agujas del reloj.
Al encender cada una, di en voz alta:
“Yo invoco la llama roja: que me dé fuerza y valor.”
“Invoco la blanca: que me proteja de todo mal.”
“Invoco la azul: que me dé claridad y justicia.”
“Invoco la dorada: que eleve mi espíritu y mi fe.”
“Invoco la púrpura: que transforme lo oscuro en bendición.”
seguidamente, Escribe en el papel una petición clara que resuma lo que deseas liberar, sanar o pedir. Por ejemplo:
“Pido a Santa Bárbara Bendita que rompa las cadenas del miedo, que abra los caminos de justicia, y que transforme mi situación con poder divino.”
Dóblalo en tres partes y colócalo debajo de la vela púrpura.
Recita el rezo que te compartí antes o improvisa uno con fe. pero termínalo diciendo:
“Que estas cinco llamas sean mi escudo, mi camino y mi verdad. Que así sea, con el poder de Santa Bárbara Bendita... Ashé.”
Deja consumir las velas con cuidado y seguridad.
Al final, recoge los restos, el papel quémalo con la vela púrpura y los restos entiérralo, y agradece a Santa Bárbara.
El agua puede verterse en una planta o árbol.
Conserva la imagen en tu altar por un par de semanas sin tocarla.
Recomendación importante:
Al terminar, pon la canción espiritual que te compartiremos ahora cada ves que te sientas falto de justicia y fé, (“Cinco llamas y un rayo”) y cierra tus ojos. Visualiza cómo la luz de cada vela forma un círculo de poder a tu alrededor, y cómo Santa Bárbara extiende su espada para abrir tus caminos...
bendiciones, luz y progreso.
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