sábado, 21 de agosto de 2021

Como Rezar a la Bóveda Espiritual Correctamente.🙏

 Cuando instalamos la bóveda, se busca centrar la energía de los Egunes que son parte de nuestro cuadro espiritual, y también la de nuestros antepasados. 

Sirve como receptáculo de esta poderosísima energía, y por lo tanto constituye un centro de poder, donde van a converger diferentes espíritus, cuyos poderes pueden ser invocados por quien la instala en beneficio propio, o de otras personas.


al tenerla instalada, se tiende un puente de comunicación, que nos permite  empezar un proceso de interacción, con nuestros antepasados y nuestro cuadro espiritual, y fortalecer los vínculos que a ellos nos atan.

por esa razón, debemos comenzar por el rezo o la plegaria de montaje; por lo cual sería antes de empezar la reunión espiritual. esta es la forma correcta.

ORACIÓN O REZO PARA INSTALAR LA BÓVEDA ESPIRITUAL.

Rogamos al Señor Dios omnipotente, que nos envíe buenos Espíritus para asistirnos, aleje a los que pudieren inducirnos en error, y que nos conceda la luz necesaria para distinguir la verdad de la impostura. Apartad también a los Espíritus malévolos, encarnados o desencarnados, que podrían intentar poner la discordia entre nosotros, y desviarnos de la caridad y amor al prójimo.

Si alguno pretendiese introducirse aquí, haced que no encuentre acceso en el corazón de ninguno de nosotros. Buenos Espíritus que os dignáis venir a instruirnos, hacednos dóciles a vuestros consejos; apartadnos de todo pensamiento de egoísmo, de orgullo, de envidia y de celos; inspiradnos indulgencia y benevolencia para nuestros semejantes presentes y ausentes, amigos y enemigos; haced, en fin, que en los sentimientos de que nos sintamos animados, y reconozcamos vuestra saludable influencia.

Dad a los médiums, y a quienes encarguéis de transmitirnos vuestras enseñanzas, la conciencia de la santidad del mandato que les ha sido confiado y de la gravedad del acto que van a cumplir, con el fin de que tengan el fervor y el recogimiento necesario. Si, en la asamblea, se encontrasen personas que fuesen atraídas por otro sentimiento que no sea el del bien, abrid sus ojos a la luz, y perdonadles, así como nosotros les perdonamos si vinieren con malas intenciones. Rogamos especialmente al Espíritu de nuestro guía espiritual, que nos asista y vele sobre nosotros.

una ves instalada, rezarán los médiums de esta manera.

Dios Todopoderoso, permitid a los buenos Espíritus que me asistan en la comunicación que solicito. Preservadme de la presunción de creerme al abrigo de los malos Espíritus, del orgullo que pudiera engañarme sobre el valor de lo que obtenga, y de todo sentimiento contrario a la caridad con respecto a los otros médiums.

Si soy inducido en error, inspirad alguno el pensamiento de que me lo advierta, y a mí la humildad que me hará aceptar la crítica con reconocimiento, tomando para mí mismo y no para otros, los consejos que se servirán darme, los buenos Espíritus. Si siento la tentación de abusar en lo que quiera que sea, o envanecerme, de la facultad que habéis tenido a bien concederme, os ruego, que me la retiréis antes de permitir que sea desviada de su fin providencial, que es el bien de todos, y mi propio adelantamiento moral.

seguiremos, con la plegaria a los ángeles guardianes, y los espíritus protectores. 

Espíritus sabios y benévolos, mensajeros de Dios, cuya misión es la de asistir a los hombres y conducirles por el buen camino; sostenedme en las pruebas de esta vida, dadme fuerzas para sufrirlas sin murmurar; desviad de mí los malos pensamientos y haced que no dé acceso a ninguno de los malos Espíritus que intenten inducirme a pecar. Iluminad mi conciencia para que pueda ver mis defectos, separad de mis ojos el velo del orgullo, que podría impedirme verlos y confesármelos a mí mismo.

Vos, sobre todo, mi ángel de la guarda, que veláis por mí más particularmente, y vosotros Espíritus protectores, que os interesáis por mí, haced que me haga digno de vuestra benevolencia. Conocéis mis necesidades, que ellas sean satisfechas según la voluntad de Dios.

¡Oh Dios!, permitid a los buenos Espíritus que me rodean, que vengan en mi ayuda cuando esté en dificultades y que me sostengan si vacilo. Haced, Señor, que ellos me inspiren fe, esperanza y caridad; que sean para mí un apoyo, una esperanza y una prueba de vuestra misericordia; haced, en fin, que encuentre a su lado la fuerza que me falta, para sobrellevar las pruebas de la vida y para resistir a las sugestiones del mal, la fe que salva, y el amor que consuela.

seguidamente comenzamos con el rezo para alejar los malos espíritus.

En nombre de Dios Todopoderoso, que los malos Espíritus se alejen de mí y que los buenos me sirvan de protección contra ellos. Espíritus malhechores, que inspiráis malos pensamientos a los hombres; Espíritus tramposos y mentirosos que les engañáis; Espíritus burlones que abusáis de su credulidad, os rechazo con todas las fuerzas de mi alma y cierro el oído a vuestras sugestiones; pero pido para vosotros la misericordia de Dios. 

Buenos Espíritus, que os dignáis asistirme, dadme fuerza para resistir a la influencia de los malos Espíritus y luz necesaria para no ser víctima de sus embustes. Preservadme del orgullo y de la presunción; separad de mi corazón los celos, el odio, la malevolencia y todo sentimiento contrario a la caridad, porque son otras tantas puertas abiertas al Espíritu de la maldad. luz y progreso para los presentes y quienes no pueden asistir a esta misa.

si deseáis corregir defectos propios o de los congregados , esta es la plegaria.

Vos me disteis, ¡oh Dios!, la inteligencia necesaria para distinguir el bien del mal; así, pues, desde el momento en que reconozco que una cosa es mala, soy culpable, porque no me esfuerzo en rechazarla. Preservadme del orgullo, que podría impedirme ver mis defectos y de los malos Espíritus que podrían excitarme a perseverar en ellos. Entre mis imperfecciones, reconozco que particularmente estoy inclinado a cambiar lo que me afecta, y si no resisto a esta tentación es por la costumbre que tengo de ceder a ella.

Vos no me habéis creado culpable, porque sois justo, sino con una aptitud igual tanto para el bien como para lo malo. Si sigo el mal camino, es por efecto de mi libre albedrío. Pero, por la misma razón que tengo la libertad de hacer el mal, tengo también la de hacer el bien; por consiguiente, tengo que cambiar de camino. 

Mis defectos actuales son un resto de las imperfecciones que conservé de mis precedentes existencias; es mi pecado original, del cual me puedo despojar por mi voluntad, y con la asistencia de los buenos Espíritus. Buenos Espíritus que me protegéis, y sobre todo vos, mi ángel guardián, dadme fuerzas para resistir a las malas sugestiones y salir victorioso de la lucha.

Los defectos, son barreras que nos separan de Dios, y cada defecto superado será un paso dado en la senda del progreso, que debe acercarme a Él.

oración para pedir consejo.

En nombre de Dios Todopoderoso, buenos Espíritus que me protegéis, inspiradme la mejor resolución a adoptar en la incertidumbre en que me encuentro. Dirigid mi pensamiento hacia el bien, y desviad la influencia de aquellos que intenten separarme del buen camino.

este rezo es muy importante , realízalo en  ACCIÓN DE GRACIAS POR UN FAVOR OBTENIDO.

Dios infinitamente bueno, que vuestro nombre sea bendito por los bienes que me habéis concedido; sería indigno de ellos si los atribuyese a la casualidad de los acontecimientos o a mi propio mérito. Buenos Espíritus, que fuisteis ejecutores de la voluntad de Dios y a vos sobre todo, mi ángel guardián, os doy las gracias. Alejad de mí el pensamiento de enorgullecerme y de hacer de ello un uso que no sea para el bien. Particularmente os doy las gracias por todo lo que me concedéis.

plegaria para afrontar un peligro inminente.

¡Dios Todopoderoso, vos mi ángel guardián, socorredme! Si debo sucumbir, que se haga la voluntad de Dios. Si me salvo, que en el resto de mi vida repare el mal que pude hacer y del cual me arrepiento.

y ahora para después de haber salido del peligro.

¡Oh Dios! y vos mi ángel de la guarda, os doy las gracias por el socorro que me habéis enviado cuando el peligro me amenazaba.

Que este peligro sea para mí una advertencia, que me esclarezca sobre las faltas que han podido conducirme a él. Comprendo, Señor, que mi vida está en vuestras manos y que podéis quitármela cuando os plazca. Inspiradme por los buenos Espíritus que me asisten, el pensamiento de emplear útilmente el tiempo que me concedes aún en este mundo. Mi ángel de la guarda, sostenedme en la resolución que tomo de reparar mis agravios y de hacer todo el bien que estuviere en mi poder, con el fin de llegar con menos imperfecciones al mundo de los Espíritus cuando quiera Dios llamarme.

esta la realizaremos a la hora de ir a dormir y veamos el ambiente turbio.

Mi alma va a encontrarse por un instante con los otros Espíritus. Que vengan los buenos y me ayuden con sus consejos. Mi ángel de la guarda, haced que al despertar conserve de ellos una impresión saludable y duradera.

y por ultimo, cuando preveas que hay un fallecimiento o muerte cercana.

¡Oh Dios! Creo en vos y en vuestra bondad infinita; por esto no puedo creer que dierais la inteligencia al hombre para conoceros y la aspiración al porvenir para sumergirle después en la nada. Creo que mi cuerpo es sólo la envoltura perecedera de mi alma y que cuando haya cesado de vivir, me despertaré en el mundo de los Espíritus.

Dios Todopoderoso, siento romperse los lazos que unen mi alma al cuerpo y muy pronto voy a dar cuenta del empleo hecho de la vida que dejo. Voy a sufrir las consecuencias del bien o del mal que hice; allí no hay ilusiones, no hay subterfugio posible; todo mi pasado va a desenvolverse delante de mí y seré juzgado según mis obras. Nada me llevaré conmigo de los bienes de la Tierra; honores, riquezas, satisfacciones de vanidad y orgullo, en fin, todo lo que pertenece al cuerpo, va a quedar en este mundo; ni la menor partícula me seguirá y nada de todo esto me servirá de socorro en el mundo de los Espíritus. 

Sólo llevaré conmigo lo que pertenece a mi alma, es decir, las buenas y las malas cualidades, que se pesarán en la balanza de una rigurosa justicia y seré juzgado con tanta más severidad cuanto mi posición, en la Tierra, más ocasiones me haya dado de practicar el bien que no hice ¡Dios de misericordia, que mi arrepentimiento llegue hasta vos! Dignaos extender sobre mí vuestra indulgencia. 

Si os dignase prolongar mi existencia, que el resto sea empleado para reparar, tanto como de mí dependa, el mal que haya podido hacer. Si mi hora llegó para siempre, llevo conmigo la idea consoladora que me será permitido redimirme por medio de nuevas pruebas a fin de merecer un día la felicidad de los elegidos. 

Sé que buenos Espíritus y mi ángel guardián están aquí, cerca de mí, para recibirme, y que dentro de poco les veré como ellos me ven. Sé que encontraré a los que amé en la Tierra, si lo hubiere merecido, y los que dejo aquí vendrán a unirse conmigo para que un día estemos juntos para siempre y que mientras tanto, podré venir a visitarles.

padre nuestro, te ruego por esa alma; que mi ángel guardián me guarde de toda maldad.

luz y progreso.

amén.



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