DICE IFÁ:
"Tu 'Igbá' (tu vasija, tu alma) toma la forma del 'Omiero' (el agua sagrada) con el que se llena. Si te juntas con los que viven en el lamento, te lloverá la queja. Si te rodeas de los que persiguen sin freno, la envidia te morderá. Pero si escoges la compañía sabia y virtuosa, sus bendiciones se hacen parte de tu destino."
El Tip Mágico:
Busca el 'Ashé' (el poder, la bendición) en quien te acompaña, no solo la compañía.
La "magia" es un acto de voluntad:
Pregunta a tu cabeza (Obi): Cuando debas tomar una decisión importante o te sientas estancado, pregúntate: "¿Qué diría un ancestro sabio que me ama sobre esta situación?"
Actúa como Orisha: Sé tú el 'Ashé' que deseas recibir. Si quieres paz, sé el pacificador. Si quieres sabiduría, sé el estudiante. Al sembrar la cualidad que buscas, automáticamente atraes a quienes también la cultivan.
Limpia la casa: Los amigos son espejos del 'Orí' (la cabeza/destino). Si un espejo te muestra una imagen que no quieres, no rompas el espejo; aléjate y busca otro que refleje tu mejor futuro. La verdadera libertad es la que te permite decir "No" a lo que te arrastra y "Sí" a lo que te eleva
Consejos Adicionales: El Entorno como Ofrenda
1. La Ceremonia del Desapego (El Corte):
DICE IFÁ: A veces, el mayor servicio a tu Orí (cabeza/destino) es saber lo que debe ser sacrificado (quitado de tu vida) para que lo nuevo pueda crecer.
El Consejo: No se trata solo de buscar gente nueva, sino de limpiar los lazos viejos y tóxicos. Haz un "corte espiritual" con aquellos que, con su queja constante o su falta de ambición, actúan como un "Ebó negativo" (un ritual de estancamiento) en tu vida. La energía que inviertes en justificar, consolar o salvar a quienes no quieren ser salvados, es energía que le robas a tu propio crecimiento. Honra tu paz alejando el ruido que no te construye.
2. Convierte tu Casa en un Santuario (El Igbodú Personal):
DICE IFÁ: La pureza de tu Igbodú (el cuarto de fundamento o santuario) es lo que te permite escuchar la voz de los Orishas (las deidades).
El Consejo: Si no puedes elegir tu entorno externo (trabajo, familia), sé riguroso con tu entorno interno: tu hogar y tu mente. Haz de tu casa un santuario libre de caos, chismes o energía baja. Lo que ves, escuchas y lees dentro de tu espacio personal es el alimento de tu alma. Llena tu casa de la sabiduría, la calma y la visión que quieres manifestar. Cuando la "vasija" (tu hogar) es pura, atrae solo la "lluvia" de bendiciones. Tu paz no se negocia; se custodia.
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