Acudir a la manifestación de Jesús del Gran Poder es buscar la presencia de Cristo cargando la Cruz, un símbolo de Su poder y amor incondicional ante el sufrimiento humano.
En la Misa Espiritual, donde se busca la comunión con el mundo espiritual y la elevación de las almas, la imagen del Gran Poder nos recuerda que Jesús es el brazo fuerte que nos sostiene en nuestras propias "cargas" (pruebas, problemas, aflicciones).
Su figura inspira humildad y resignación ante la voluntad divina, a la vez que infunde esperanza y fortaleza para superar las adversidades.
Al invocar Su Gran Poder, pedimos Su intervención directa para aliviar sufrimientos, obtener la paz en el espíritu y la guía de las entidades de luz que asisten en la bóveda.
🙏 Oración a Jesús del Gran Poder para la Bóveda Espiritual y el Altar Regular
Para realizar en la Bóveda Espiritual:
(Comience con un saludo a las entidades de luz presentes, pidiendo su permiso y protección, y luego diga:)
¡Oh, Padre Nuestro Jesús del Gran Poder! Postrado/a ante tu imagen de amor y sacrificio, y en este sagrado espacio de luz y recogimiento, acudo a Tu inmenso poder. Tú, que con Tu Cruz redimiste al mundo y en Tu rostro llevas la verdad de nuestro padecer, sé la columna inquebrantable de esta Bóveda Espiritual. Te pido que Tu presencia irradie luz y claridad sobre todos los espíritus que aquí se congregan:
A los Guías y Protectores, dales la fuerza para iluminar y apartar toda sombra.
A las almas elevadas, concédeles seguir avanzando en luz.
A las almas necesitadas o en pena, dales Tu consuelo, Tu paz y el descanso eterno. Que Tu Brazo Poderoso aparte toda entidad oscura, engañosa o perturbadora, y que solo la caridad y la verdad reinen en esta comunión. Jesús del Gran Poder, esperanza mía, cubre con Tu manto y bendice a todos mis espíritus auxiliares y a mí, Tu humilde siervo/a.
Amén.
Para el Altar de Uso Regular:
¡Señor Jesús del Gran Poder! Fuente inagotable de gracia y misericordia, me dirijo a Ti desde mi altar doméstico, refugio de mi fe diaria. Tú, que no te cansas de cargar el peso de la humanidad, mira con piedad mi vida y mis necesidades. Te ruego, por el dolor de Tu Pasión y la paciencia con que abrazaste la Cruz, que me concedas:
La fortaleza para llevar mis propias cruces con dignidad y resignación.
La sabiduría para reconocer Tu voluntad en cada prueba.
Tu poder y amparo para que ninguna adversidad me doblegue el alma.
La paz en mi corazón y en mi hogar, y la prosperidad justa que necesito para servirte mejor.
Que Tu divina mirada contemple mis súplicas y que Tu Gran Poder obre milagros de fe, sanación y providencia en mi vida, siempre de acuerdo con Tu Santa Voluntad.
Jesús del Gran Poder, en Ti confío. Que así sea.
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