Invocación al Ángel de la Guarda con Tabaco: Limpieza y Protección
Con el permiso de Dios Todopoderoso y las cortes celestiales, iniciamos esta Oración del Tabaco para invocar a nuestro Ángel de la Guarda. Utilizaremos el sagrado humo para limpiar nuestro espíritu y cuerpo, pidiendo a nuestro protector divino que nos asista.
Para esta poderosa invocación, los días y horarios más propicios son:
Días: Los martes y viernes son especialmente adecuados por su conexión con la fuerza y la protección espiritual.
Horarios: Las 6:00 a.m. (al amanecer) y las 6:00 p.m. (al anochecer) son momentos de transición energética que facilitan la comunicación espiritual.
El tabaco, al ser conjurado con fe, actúa como un poderoso vehículo. Los beneficios que nos reporta esta invocación son:
Limpieza espiritual profunda: Despoja de toda negatividad, envidia, trabajos de hechicería y malas energías.
Protección inmediata: Refuerza nuestro aura, librándonos de enemigos visibles e invisibles, chismes e intrigas.
Guía y asistencia: El Ángel de la Guarda intercede para ayudarnos a vencer obstáculos y nos ilumina en el camino.
Oración del Tabaco para Llamar al Ángel de la Guarda y Limpieza Espiritual
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo (haga la señal de la cruz con la mano donde sostiene el tabaco).
Yo (diga su nombre) pido permiso y facultad para trabajar por vías espirituales, en esta santa hora y este santo momento, bajo este santo y bendito portal.
Pido permiso a mi padre Dios Todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo (nuevamente persignarse con la mano donde se tiene el tabaco).
Con el gran permiso de la Corte Celestial, mi santa madre Reina María Lionza, el Cacique Guaicaipuro y el Negro Felipe, invoco con fervor y humildad a mi Santo Ángel de la Guarda, a mis guías y espíritus protectores para conjurar este tabaco y despojar de toda negatividad mi cuerpo y mi espíritu (puedes agregar: mi casa, mi empleo o negocio, mi familia, mi relación de pareja).
Que se elimine cualquier trabajo material o espiritual que me hayan hecho o me estén haciendo en este momento, sea de hechicería, lámpara, velación, entierros y amarres.
Que mi Ángel de la Guarda me libre de todo enemigo habido y por haber, visible e invisible, conocido y por conocer. Que me libre de chismes, rumores, intrigas y todo espíritu burlón y oscuro que quiera hacerme mal.
Que todos estos males sean disipados y revocados a mil leguas de distancia, por los cuatros puntos cardinales: Norte, Sur, Este y Oeste, desde donde no retornarán ni harán daño a mi cuerpo, mi espíritu, mi hogar y los lugares donde yo esté presente.
En el nombre de María Lionza, el Cacique Guaicaipuro, el Negro Felipe, todas las cortes espirituales y los seres de luz, y con la poderosa asistencia de mi Ángel Guardián, saquen todo lo malo que hay en mí.
Les ofrezco este tabaco, humo y cenizas para que se lleven todo mal y no vuelva.
Padre eterno, que todo lo puedes y lo vences, que sean tus manos y no las mías las que me limpien en mente, cuerpo y espíritu.
Ayúdame a vencer todos los obstáculos y enemigos.
Dame protección, por los siglos de los siglos.
Amén.
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