Ábranse los caminos con Eleguá!
¡Ashé, mi gente! Hoy vamos a hablar de un orisha chiquitico, pero con un poder ¡grandísimo! Estamos hablando de Eleguá, el dueño de los caminos, el que abre y cierra puertas, el que te da la suerte o te la quita si te pones bobo. Si Eleguá está contento contigo, ¡hasta el perro te ladra en inglés! Pero si lo tienes bravo, ¡ay, mi madre! Mejor ni te cuento. Así que, pónganse cómodos, que Eleguá nos trae unos cuantos refranes y consejos para que la vida no se nos ponga roja, "color de hormiga brava".
estas son Lecciones de la vida, ¡con la bendición de Eleguá!
1. "El que no oye consejo, no llega a viejo."
¡Ay, mi gente! Este es el primer mandamiento, y muy importante, pues Él siempre está en la esquina, escuchando todo, viendo todo. Así que, si tu abuela te dice "mijo, no te metas en ese lío", ¡hazle caso! O si un amigo te da un buen consejo, aunque te pique, ¡escúchalo! Eleguá nos enseña que la humildad para escuchar y aprender es clave. No creas que te las sabes todas, porque "más sabe el diablo por viejo que por diablo". Así que, abre bien los ojos y los oídos.
2. "Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente."
¡Eleguá es pura energía! No le gusta la gente que se queda "plantá" esperando que las cosas caigan del cielo. Si tienes una meta, un sueño, ¡muévete! Ponte las pilas. "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", que después el tren pasa y te quedas viendo las nubes. La vida es un camino y hay que andarlo con pasión y determinación. Ponte en acción, que él te abrirá la puerta adecuada, pero el que tiene que pasar por ella eres tú. ¡Maferefún Eleguá!
3. "Cría fama y échate a dormir."
Este refrán cubano nos habla de la reputación. Eleguá, como buen portero, sabe quién es quién. Si eres una persona honesta, trabajadora y de palabra, la gente lo va a saber. Tu nombre va a valer más que el oro. Pero si andas en enredos, si eres de los que "hacen la cruz con la mano izquierda", ¡cuidado! Que el chismorreo corre como pólvora y una vez que te ganas mala fama, ¡quítatela si puedes! porque el pequeño orisha valora la integridad y el buen nombre.
4. "No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista."
Cuando la cosa se pone difícil, cuando los problemas te caen como aguacero en pleno ciclón, ¡no te desesperes! Eleguá, el alaguana, (el mensajero que está en la encrucijada, sabe que después de la tormenta siempre viene la calma. Mantén la fe, la paciencia y la perseverancia. pues "Después de la tempestad, siempre sale el sol." Sigue adelante, buscando soluciones, que al final, todo pasa. Y recuerda, "lo que no mata, engorda".
5. "El que anda con candela, se quema."
este pequeño orisha que nos enseña a ser inteligentes y a pensar antes de actuar. Si te metes en chismes, en líos ajenos, en cosas turbias, lo más seguro es que salgas quemado. Evita los conflictos innecesarios. Sé prudente y discreto. "En boca cerrada no entran moscas". A veces, el mejor consejo es no decir nada y observar. La sabiduría de Eleguá nos indica que no todo lo que brilla es oro y que hay que andar con cuidado en el mundo.
6. "El que mucho abarca, poco aprieta."
¡Ay, mi gente! Eleguá, que está en todas las esquinas pero siempre concentrado en la suya, nos enseña a ser enfocados. A veces queremos hacer mil cosas a la vez, correr por todos los caminos y terminamos "como la guayabera, por fuera"...
Es mejor concentrarse en una o dos metas importantes y poner todo el aché y la energía ahí. No te disperses, prioriza. "El que corre mucho, se cansa", y después no logras nada bien. ¡Pasito a pasito, se llega lejos!
7. "Más vale pájaro en mano que cien volando."
Este refrán es pura sabiduría de Eleguá. Nos dice que hay que valorar lo que tenemos, lo seguro, lo que ya es nuestro. A veces, por andar buscando algo mejor, una oportunidad que parece más "gorda", soltamos lo que ya es un hecho. Y después, ni lo uno ni lo otro. Eleguá, el Omo Añaguí, es muy práctico. Nos enseña a ser agradecidos y a no ser ambiciosos de forma desmedida. "Lo poco que tengo, lo tengo seguro", y eso es una gran bendición. ¡No dejes ir lo que ya tienes por una fantasía!
8. "Candil de la calle, oscuridad de su casa."
¡Este es un pellizco del orisha para muchos! Nos habla de la coherencia y la autenticidad. Es fácil ser el "bueno", el "solidario", el "ejemplo" fuera de casa, pero ¿cómo eres con los tuyos, con tu familia, con tu gente más cercana? ¿Eres una luz para la calle y una sombra en tu hogar? Eleguá, que ve a todos por igual, nos recuerda que la verdadera bondad y el respeto deben empezar por casa. Sé consecuente con tus valores, en todas partes. "Por la boca muere el pez", así que tus acciones deben hablar más alto que tus palabras.
9. "No dejes camino por vereda."
Eleguá, el Laroye (el que habla, el parlanchín), siempre busca la forma más directa y eficiente. Este refrán nos aconseja no complicarnos la vida buscando atajos o dando rodeos innecesarios. Si hay un camino claro para llegar a donde quieres, ¡tómalo! No busques veredas escondidas o soluciones rebuscadas que solo te van a enredar. La simplicidad a veces es la clave del éxito. Sé práctico y resolutivo. Si ves la oportunidad, ¡agárrala con uñas y dientes!
10. "A rey muerto, rey puesto."
Aunque suena un poco fuerte, este refrán de Eleguá nos enseña sobre la resiliencia y la adaptación. La vida está llena de ciclos, de finales y de nuevos comienzos. Si algo termina, si una etapa se cierra, no te quedes pegado al pasado lamentándote. Hay que seguir adelante. Eleguá, que es el que abre la puerta para lo nuevo, nos dice que siempre habrá otra oportunidad, otra persona, otra solución. Mantén la esperanza y la visión de futuro. "Lo que se va, se olvida, lo que viene, se espera". ¡La vida sigue y hay que andar!
Así que ya saben, mi gente. Si quieren tener a Eleguá contento y que les abra los caminos, pongan en práctica estos consejos. Él es chiquito, pero poderoso, y siempre está ahí, en la esquina, esperando para darnos una mano, o para jalarnos la oreja si nos portamos mal.
¡Ashé pa to el mundo, y que Eleguá siempre les dé mucha luz!
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