jueves, 13 de mayo de 2021

La lengua de Ifá.

 Todas las palabras Yoruba son una combinación de estos sonidos fundamentales.

.La escritura de Ifá se basa en doscientos cincuenta y seis principios fundamentales.



Los primeros cuatro principios representan: el ciclo del nacimiento, la vida, la muerte y el renacimiento. Estos cuatro principios sustentan al resto de la creación. Este resto viene a ser la manifestación de esas doscientas cincuenta dos fuerzas de la naturaleza, por lo que implica que la fundación de la lengua Yoruba está necesariamente ligado a los Odù Ifá, es decir, al Cuerpo sagrado Literario dela regla.

los primeros diccionarios bilingües de lengua Yoruba fueron realizados por misioneros cristianos ingleses, que no tenían ninguna intención de comprender los misterios espirituales preservados en su lengua, Con la propagación de Ifá en la diáspora, el sistema se vio contaminado por conceptos no africanos de otras filosofías y creencias religiosas. Así que, la mejor manera de rescatar los principios fundamentales de Ifá es por medio de un minucioso estudio de esta lengua litúrgica. 

problemas en la traducción.

Una buena traducción debería comunicar al lector el mensaje del original, evitando cualquier interpretación imprecisa o incorrecta. Algunos argumentan que una traducción literal, que se mantiene rigurosamente fiel al texto original, garantiza una interpretación más fidedigna. Las notas al pie y los paréntesis explicativos ayudarían, pero cualquier intento en la re-descodificación del texto debería ser censurado. Los traductores afrontan la difícil elección de decidir entre la concordancia textual y la decodificación significativa. La objetividad y el estudio reflexivo son perfectamente válidos cuando los trabajos son científicos o históricos, pero fracasan a la hora de traducir la literatura religiosa. Entre los extremos de una traducción estrictamente literal y otra completamente libre debería haber una tierra intermedia que satisfaga unos criterios de reproducción aceptables.

En la filosofía Yoruba siempre se habla de recompensa y castigo.

La moral deviene de la religión. Condenan severamente el robo, la falsedad y la hipocresía. Creen que el concepto que posee el hombre sobre la deidad tiene que ver con lo que se toma como norma moral. El sentido de la obligación de hacer lo que se cree correcto, es, de hecho, la presión de Dios sobre cada ser humano. en el sistema ético Yoruba, las relaciones interpersonales o entre la divinidad y sus seguidores desempeñan un papel importante. De hecho, las relaciones tienen su base en los pactos. Los pactos entre las personas son, por lo general, recíprocos, es decir, entre ambas partes median obligaciones bilaterales.

La religiosidad, ve el mundo como el lugar apropiado para la vida, a pesar de sus inconveniencias, puesto que así sus espíritus tienen la posibilidad de redimirse y, de esta forma, perfeccionarse. Esto discrepa con el punto de vista occidental que considera al mundo como un lugar de penurias y sufrimientos.

La adoración como factor imperativo ocupa un lugar prominente en el día a día. Como pueblo profundamente religioso, la adoración a una deidad inicia, controla y determina todos los asuntos de la vida. el Yoruba siente que está en presencia de su divinidad en cualquier parte y ante cualquier acto. La propia existencia activa de la divinidad es su pensamiento controlado, es para él una fuente constante de temor supersticioso o un sentido de seguridad que lo llena de paz interna. En todo empeño, trivial o vital, de su vida antepone primero a su deidad, y le pide bendición, fuerza y ayuda. La adoración es esencialmente ritual y litúrgica. Los rituales siguen un conjunto de patrones tradicionales. 

Antes de proceder a rendir culto a una deidad, se debe estar limpio. Esto es de suma importancia, tanto para los que guían una ceremonia, o acto de adoración, como para todos los creyentes en general. Se incurre en una violación de la adoración de diversas maneras, en función de lo que es tabú para cada divinidad específicamente.

: “las relaciones sexuales antes de la adoración o cuando la deshonra no ha sido por entero lavada es algo prohibido para todas las divinidades. También es tabú para un idólatra llevar medicamentos no reconocidos consigo”. El mayor obstáculo para una adoración eficaz es la impureza del corazón, por lo que la moral y la integridad ritual han sido, y son, prerrequisitos en la sociedad creyente.

La adoración puede ser realizada de forma privada o pública. La adoración diaria, efectuada por la mañana, tiene carácter privado. Es la reafirmación del agradecimiento del hombre hacia el Òrìsà por ser el guía del destino. De él depende la buena fortuna que se tenga durante el día. El creyente, frente al altar, comienza la adoración invocando al oricha. 

En el día sagrado correspondiente a cada una de las divinidades, , la adoración es más elaborada y comprende la participación de un grupo de creyentes. Y Otra importante adoración, á es con motivo del festival anual. Una ocasión para la festividad y la acción de gracias. Constituye una oportunidad de comunión entre el oricha y sus devotos, por una parte, y entre ellos mismos, por otra. Estas fiestas anuales son también de interés comunitario.

n hay encuentros específicos para la adoración que atienden a las necesidades de la comunidad o de los individuos. Este tipo de adoración es muy frecuente, puesto que los Yoruba no son capaces de iniciar un avatar sin consultar al oráculo. Con frecuencia, la gente acude ante las deidades para pedir una bendición especial, ya sea hijos, prosperidad, triunfo sobre sus enemigos, salud o cualquier otra cosa. El centro de las alabanzas en la religión, es la petición, y en ella va implícita, consecuentemente, la oración. Cuando la adoración es pública, los devotos individualmente presentan sus súplicas a la divinidad a través del sacerdote.

La oración no es un estado mental, la verdadera oración no puede ser juzgada así, aún en su más alta expresión. En la verdadera oración, creer en el conocimiento de la deidad en lo personal llega a aclarar y enfatizar la expresión. El hombre entra en relación con la deidad y en esa relación del hombre, como criatura, es confrontado con la deidad como creador y “determinador del destino”. Cuando esta suprema conciencia es predominante se pone en marcha lo que se describe como “un espontaneo impulso no deseado” en el corazón del hombre”. Las palabras son ofrecidas no solamente en la adoración, sino también en cualquier momento y en cualquier lugar, como el creyente lo sepa o la ocasión lo demande . 



texto de: Departamento de Filología Española, Clásica y Árabe.

UNIVERSIDAD DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA HISPÁNICA.

con arreglos del autor.

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